Español
Français
Fabricante
De invernaderos y almacenaje
Naves agrícolas en la agricultura urbana: cómo aprovechar al máximo los espacios limitados
Mucha gente, preocupada por la sostenibilidad ambiental, que vive en entornos urbanos busca una forma de alimentarse más sostenible y, para ello, se están desarrollando muchos huertos urbanos donde probar algún cultivo de la región para poder consumir alimentos frescos de proximidad. Una característica que tiene esta forma de producción es que suele darse en espacios limitados: desde plazas o solares abandonados a azoteas y balcones, la gestión de estas estructuras hortícolas requiere mucha creatividad para paliar sus defectos. En este artículo te damos algunas ideas.
Dónde cultivar en zonas urbanas
Es una pregunta complicada porque uno de los problemas de la ciudad es la contaminación. Así, la mejor forma de tener todos los beneficios de unos cultivos sostenibles y cercanos es en la zona de campo más cercana, ya que las plantas absorben dióxido de carbono, y por lo tanto, en el centro de una ciudad, no serán tan sanos. No obstante, puedes buscar huertos urbanos en tu comunidad autónoma para ver qué técnicas o superficies son las más útiles. A menudo, ya hay agricultores de ciudad que saben sacarle todo el partido.
Otra opción, particularmente útil para plantas aromáticas, es un jardín vertical que se puede colocar fácilmente en un balcón. Ocupa poco espacio, es de fácil acceso y si tiene buena orientación, no tienes que preocuparte por la iluminación.
Cómo aprovechar mejor el espacio
Sobre todo si es un huerto que vas a poner en casa, debes tener en cuenta las limitaciones que hay. Por ejemplo, si quieres plantar un huerto, necesitas mucha tierra y con mucha profundidad. Es la mejor forma de darle a la planta los nutrientes que requiere. Para ello, puedes utilizar bidones o cajas de madera y llenarlas de abono. O si quieres poner en aplicación prácticas más sostenibles, puedes hacer tu propio compost. Coloca estos depósitos en las áreas más soleadas.
Si prefieres hacer un huerto vertical, no podrás poner cultivos tan potentes, pero puedes buscar plantas de la región para proteger la biodiversidad (ayudando a la población de abejas de la zona y restaurando plantas autóctonas, por ejemplo). Con una pared y varias macetas o recipientes (¡hasta botellas!) que puedas colgar de ella, es suficiente.
Cómo cuidar las plantas de mi huerto urbano
Si es la primera vez que pones un huerto, debes saber que lleva práctica. Parece que estos procesos naturales salen solos pero hay que estar pendiente de la iluminación, el agua, la gestión de los recursos... Además, los habitantes de las ciudades suelen irse de vacaciones, ¿cómo ocuparse entonces del cultivo? Una solución muy socorrida es el riego por goteo, que actualmente puede hacerse de mil formas, más o menos automatizadas. También es recomendable empezar con un semillero donde dejar que broten las plantas para luego trasplantarlas. Otro consejo útil es estudiar las técnicas de permacultura para crear simbiosis entre las plantas.
Qué ventajas tiene cultivar en ciudad
Ya lo hemos mencionado un poco, pero contribuye a disminuir la contaminación, favorece una práctica alimentaria más sana y la conservación de especies vegetales que, tal vez, no se den tanto (sobre todo si buscas plantas autóctonas). Es un proyecto satisfactorio ya que puedes disfrutar de alimentos que has cuidado tú desde el principio y acceder a una comunidad de agricultores urbanos con los que intercambiar experiencias. Con los años, además, verás cómo la aplicación de estos nuevos conocimientos adquiridos da, literalmente, frutos, y unos frutos llenos de nutrientes y beneficios.
En cualquier caso, recuerda que por mucho espacio que tengas, seguramente no alcances nunca la producción de la agricultura tradicional. No obstante, si dispones de un pequeño patio, tal vez te interese poner un invernadero en el que utilizar otras técnicas agrícolas que faciliten la gestión del huerto y su producción.
La agricultura urbana es algo que se ve cada vez más, ya que ayuda a los habitantes de poblaciones urbanas a entrar en contacto con la naturaleza, a reconectar con el trabajo de la agricultura y a plantear otras formas de vida donde haya áreas naturales al alcance de cualquiera, en azoteas, balcones, patios, parques y plazas, algo que ya se ha estudiado favorece ambientes más frescos en lugares sembrados de contaminación y abre las puertas a una nueva sostenibilidad. Los huertos urbanos son relativamente fáciles de llevar, son una práctica accesible a casi cualquiera (muchos colegios tienen programas de huerto con sus alumnos) y sus beneficios son innombrables, aunque de algunos ya hemos hablado en este mismo artículo.
En definitiva, si quieres cultivar tus propios alimentos, la mejor forma es montando tu propio huerto, aunque sea en un balcón.