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Invernaderos de jardín sostenibles : cómo cultivar de forma ecoamigable

La jardinería es una pasión que conecta al ser humano con la naturaleza. En la era de la sostenibilidad, los invernaderos de jardín emergen como una herramienta indispensable para cultivar de forma ecoamigable. A continuación, en Serres La Française, le ofrecemos una guía sobre cómo hacer de su jardín un oasis verde y sostenible de forma económica.



¿Qué hace sostenible a un invernadero?

Materiales duraderos y resistentes

Busque materiales sostenibles para su invernadero para reducir el impacto medioambiental. Nuestros invernaderos emplean acero galvanizado, un material muy duradero y resistente, que garantizará que dura muchos años, así como polietileno robusto y con mucho aguante a la intemperie. Los modelos Resist Eco son muy ligeros y a la vez resistentes. Además, si elige calidad francesa, la huella ecológica será menor.

Eficiencia energética

Un invernadero contiene un microclima que propicia el crecimiento de las plantas, aprovechando al máximo la energía que recibe de fuera. Asegúrese de instalarlo en un lugar que recibe mucha luz durante todo el día, teniendo cuidado de árboles o de otras estructuras que proyecten sombra. Para que no se sobrecaliente, tenga en cuenta una buena ventilación natural o instale mallas que suavicen la entrada de radiación. Así mantendrá unas temperaturas constantes, con lo que evitará la necesidad de ventiladores o calefactores y minimizará el consumo de energía.

Maximice además la eficiencia de su invernadero de jardín ahorrando espacio: puede plantar verduras o frutas en estantes o mesas, con lo que podrá hacer que quepan más cosas y aprovechar más el agua y el fertilizante utilizado.

Prácticas de cultivo sostenible en invernaderos

Uso apropiado del agua

En un invernadero de jardín, el uso racional del agua no es solo una cuestión ecológica, sino también económica, ya que el agua de la red urbana es más cara que el agua que se emplea normalmente en los cultivos agrícolas. Puede instalar sistemas de recogida de agua de lluvia para aprovechar las precipitaciones todo lo posible, sobre todo en la temporada más húmeda. Además, los invernaderos de jardín, con su pequeño tamaño, se prestan perfectamente a las instalaciones de riego por goteo, que optimizan el consumo de agua. Estas prácticas, además de ser sostenibles, garantizan que las plantas reciban el agua que realmente necesitan y evitan la necesidad de un costoso sistema de drenaje.

Control biológico de plagas

El uso de insecticidas y pesticidas es uno de los factores más contaminantes en la agricultura en general. En lugar de recurrir a productos químicos, se puede optar por métodos biológicos. El uso de insectos beneficiosos, como las mariquitas, para combatir plagas es efectivo y respetuoso con el medioambiente. La propia naturaleza también ofrece numerosas soluciones para eliminar los insectos destructivos: el ajo es un remedio excelente contra ácaros, babosas, caracoles y pulgones. Pruebe a picar 90 gramos de ajo y mezclarlo con dos cucharadas soperas de aceite mineral. Deje macerando la solución durante al menos veinticuatro horas y después añada medio litro de agua y 1 cucharada de jabón en polvo para tener una solución que puede pulverizar sobre las hojas de sus plantas. El vinagre, disuelto en agua, funciona también como excelente plaguicida. Le recomendamos también instalar medios mecánicos, como mallas mosquiteras para la prevención de insectos varios que puedan afectar al cultivo. En verano, en las zonas que no esté cultivando, puede recurrir a la solarización, que consiste en cubrir el suelo con una fina capa de plástico para aumentar la temperatura y matar a los insectos que estén allí. Otra técnica que está cobrando popularidad es la biofumigación, es decir, la incorporación de material orgánico en descomposición al suelo durante la preparación del mismo. Esto estimula el desarrollo de numerosos organismos que mantienen los patógenos a raya.

Rotación de cultivos

La rotación de cultivos previene enfermedades y plagas. Al cambiar las plantas a lo largo del año, interrumpe los hábitos de los bichos que se alimentan de estas. Rotar los cultivos es también una manera excelente de recuperar los nutrientes del suelo. Algunas plantas, como por ejemplo las habas, recuperan el nitrógeno del aire y lo fijan a la tierra, lo que permite regenerar la superficie de cultivo. Además, crecen en invierno y principios de primavera, lo que deja la tierra lista para cultivar verduras de verano.

Compostaje: Nutrición natural para sus plantas

Una de las prácticas más sostenibles y beneficiosas que puede adoptar en su invernadero de jardín urbano es el compostaje. Este proceso transforma residuos orgánicos en abono rico en nutrientes, beneficioso para el crecimiento de las plantas. Para esto, basta con instalar una compostera en su jardín, donde deseche tanto sus residuos domésticos orgánicos como los restos de su cosecha. Con un poco de mantenimiento, se ahorrará la necesidad de fertilizantes químicos y tendrá un suelo de excelente calidad, nutrido y más resistente a enfermedades.

Los beneficios del compostaje son innumerables: no solo tendrá así un abono de alta calidad, ecológico y libre de productos químicos, sino que además reducirá la cantidad de basura doméstica que termina en el vertedero y cierra el ciclo de nutrientes. Los residuos se descomponen y vuelven al suelo, proporcionando a las plantas una rica fuente de alimentación.

Dedicarse a la agricultura en su invernadero de jardín urbano no solo es una forma de obtener frutas, verduras y hierbas aromáticas frescas, sino también una oportunidad para contribuir a un mundo más sostenible. En Serres La Française, estamos comprometidos con la idea de que cada jardín puede ser un espacio de equilibrio y armonía con la naturaleza. Le invitamos a explorar nuestra gama de invernaderos y accesorios para dar un paso más hacia la jardinería sostenible, sin importar el tamaño de su pequeño huerto urbano.